La noche del 24 de junio de 2025, el mundo del entretenimiento se vio sacudido por un escándalo sin precedentes cuando el magnate tecnológico Elon Musk, CEO de Tesla y SpaceX, recurrió a su plataforma de redes sociales X para publicar lo que, según él, era una lista completa de famosos vinculados a las controvertidas fiestas privadas de Sean “Diddy” Combs. Acompañada de una serie de fotos y vídeos explícitos, la publicación de Musk, subtitulada con la provocativa frase “Todos merecen saberlo”, causó conmoción en Hollywood y más allá. La impactante revelación, que incluía los nombres de músicos, actores e influencers de renombre, ha desatado un debate polémico, escrutinio legal e indignación pública, marcando uno de los escándalos de famosos más explosivos del año.
La decisión de Musk de filtrar los materiales, supuestamente obtenidos por medios no revelados, se produce tras meses de especulaciones en torno a Combs, quien fue arrestado en septiembre de 2024 por cargos de tráfico sexual, crimen organizado y prostitución. Las infames fiestas “Freak Off” del rapero, conocidas por su exclusividad y estrictas políticas de prohibición de cámaras, han sido objeto de rumores desde hace tiempo, pero la publicación de Musk proporcionó presuntas pruebas visuales de los asistentes, muchos de los cuales desconocían que estaban siendo grabados. La lista, que según Musk se originó en investigaciones relacionadas con los problemas legales de Combs, incluía a figuras como Beyoncé, Leonardo DiCaprio y Jennifer Lopez, aunque no se ha confirmado ninguna prueba concreta de actividad ilegal por parte de estos individuos. Las fotos, descritas como comprometedoras pero no necesariamente incriminatorias, mostraban a celebridades en diversos estados de euforia, lo que alimentó las especulaciones sobre su participación en la presunta mala conducta de Diddy.

Las consecuencias fueron inmediatas y caóticas. En cuestión de horas, X experimentó un aumento del 700% en el tráfico, ya que los usuarios compartieron y debatieron el contenido filtrado, con hashtags como #DiddyList y #MuskExposes siendo tendencia mundial. Los fans expresaron su conmoción y traición, y una publicación de X se lamentó: “He sido fan durante años, pero esto lo cambia todo”. Otros defendieron a las estrellas nombradas, argumentando que asistir a una fiesta no equivale a una mala acción. La falta de contexto de las imágenes —algunas datan de eventos como la fiesta posterior a los MTV VMAs de 2005— no ha hecho más que ahondar la controversia, ya que los críticos cuestionan si las acciones de Musk constituyen una invasión imprudente de la privacidad o un acto audaz de transparencia.

Expertos legales han expresado su preocupación por las implicaciones de la filtración de Musk. Al compartir material potencialmente privado, Musk podría enfrentarse a demandas por difamación o distribución no autorizada, especialmente si las imágenes se obtuvieron sin consentimiento. El Proyecto de Transparencia Tecnológica, que anteriormente criticó a X por su laxa supervisión, calificó la medida como un “precedente peligroso” para la privacidad digital. Por otro lado, los partidarios de Musk, incluyendo algunos comentaristas conservadores, lo aclamaron como un denunciante que expone las falencias de Hollywood. En una publicación posterior, Musk redobló sus esfuerzos escribiendo: “La verdad siempre prevalece. Esto es solo el principio”, insinuando más revelaciones. Su participación en el escándalo de Diddy no es nueva; en octubre de 2024, Musk cuestionó en X quién en la industria del entretenimiento conocía los presuntos abusos de Combs, citando su antigua amistad.
El escándalo también ha reavivado el debate sobre el papel de X como plataforma. Desde su adquisición en 2022, el sitio ha enfrentado acusaciones de difundir contenido tóxico, y un informe de EL PAÍS de 2025 señala un aumento del 50 % en los discursos de odio tras la compra. Este último incidente ha polarizado aún más las opiniones, y algunos acusan a Musk de usar a X como arma para ajustar cuentas personales o aumentar la interacción. Otros lo ven como una disrupción necesaria de la cultura de élite de Hollywood, protegida durante mucho tiempo por la riqueza y la influencia. Las celebridades mencionadas han guardado silencio en gran medida, aunque los representantes de varias de ellas han emitido comunicados negando cualquier actividad ilegal y condenando la filtración como irresponsable.
Mientras se calma la situación, el impacto a largo plazo en Hollywood sigue siendo incierto. Combs, actualmente detenido en espera de juicio, se enfrenta a una posible cadena perpetua si es declarado culpable, y la lista filtrada ha intensificado el escrutinio sobre sus asociados. Para Musk, la medida se alinea con su imagen de provocador, aunque corre el riesgo de distanciarse aún más de los críticos que consideran sus acciones imprudentes. La industria del entretenimiento, que ya lidia con divisiones políticas y culturales, ahora se enfrenta a un ajuste de cuentas sobre la privacidad, la rendición de cuentas y el poder de las redes sociales. Como lo expresó un usuario de X: «Musk acaba de encender una cerilla en Hollywood, y el fuego se está extendiendo rápidamente». Nadie sabe si este escándalo tendrá consecuencias legales, consecuencias para su carrera o simplemente se desvanecerá en el ruido del implacable ciclo de noticias de 2025, pero por ahora, el mundo está observando.